Santander, 24 de febrero. El ritmo acelerado de vida y las preocupaciones diarias, pueden afectar a la rutina de descanso por lo que la higiene del sueño se ha convertido en un tema actual de interés. Dormir bien no solo es cuestión de cantidad, sino de calidad y, por ello, es importante adoptar hábitos saludables que mejoren la salud física y mental.
El descanso adecuado permite que el cerebro procese información, fortalezca la memoria y regule las funciones vitales del organismo. Muchas personas sufren insomnio o sueño fragmentado, lo que impacta en su bienestar y productividad.
Cuatro etapas son las que caracterizan al ciclo del sueño. Estas fases se repiten durante toda la noche en intervalos de aproximadamente 90 minutos. La etapa más profunda es fundamental para la recuperación física, mientras que la fase REM, donde se presentan los sueños, juega un papel clave en la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Por ello, interrumpir estos ciclos puede generar sensación de fatiga y afectar al rendimiento diario.
Para mantener una mejor rutina, expertos recomiendan tener en cuenta hábitos como mantener horarios regulares; reducir el uso de pantallas antes de dormir; evitar comidas pesadas y cafeína; crear un ambiente oscuro, con silencio y temperatura agradable; e incorporar rutinas de relajación.
A pesar de la creciente preocupación por el descanso, muchos siguen sin priorizarlo en su vida diaria. Por lo tanto, la recomendación de los especialistas aclara que adoptar hábitos adecuados puede marcar la diferencia entre una vida con cansancio y una con mayor energía y bienestar.