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El Plan Integral de Listas de Espera busca lograr 135 días de demora quirúrgica, 70 para consultas y 45 para técnicas o pruebas como objetivo inicial

Sala de espera (Foto: envato)
El consejero ha presentado en el Parlamento esta medida que cuenta con un presupuesto de 65 millones en tres años

Santander, 14 de febrero (Gobierno de Cantabria). El Plan Integral de Listas de Espera que va a poner en marcha el Gobierno regional tiene como objetivo inicial conseguir las cifras de 135 días para la lista de espera quirúrgica; 70 días para primeras consultas, con excepción de los procesos oncológicos que tiene prioridad y un máximo de 10 días; y 45 días para lista de espera de técnicas o pruebas. 

El consejero de Salud, César Pascual, ha expuesto ayer esta medida en el Parlamento que está diseñada para “afrontar un difícil y complejo problema en Cantabria como es el de las listas de espera” y reducir su incidencia en el ámbito quirúrgico, consultas externas y pruebas diagnósticas y terapéutica. Un documento que se remitirá esta semana a la Cámara, según ha informado el Ejecutivo cántabro en nota de prensa. 

Datos Gobierno de Cantabria (Infografía: Medicina Cantabria)

Pascual ha explicado que los objetivos de la medida se han fijado analizando la demanda y las necesidades existentes, así como calculando la actividad necesaria en cada uno de los hospitales para alcanzar estas cifras, tanto en la actividad ordinaria como extraordinaria y concertada.  

La medida contará con un presupuesto de 55 millones de euros, ampliable a 65 millones al contar con 5 millones de euros adicionales a partir del segundo año para cubrir la productividad variable asociada a los objetivos del contrato de gestión. 

De esta manera, el consejero ha indicado que el capítulo uno dedicado a los profesionales abarca el 30%, ampliable hasta el 47% con los 5 millones adicionales por año. El capítulo dos, significa un 46% del presupuesto y el capítulo seis de inversiones un 7%. 

Datos Gobierno de Cantabria (Infografía: Medicina Cantabria)

Para reducir las listas de espera durante el despliegue de este plan será necesario llevar a cabo en un plazo de tres años un total de 24.100 intervenciones quirúrgicas más, 61.000 consultas más y 71.000 pruebas diagnósticas más.  

Por otro lado, el Plan cuenta con una serie de líneas estratégicas que incluyen diferentes medidas. 

Datos Gobierno de Cantabria (Infografía: Medicina Cantabria)

La primera de ellas es mejorar la organización y la gestión, el análisis de la demanda y la oferta asistencial que pueden dar los hospitales, el establecimiento de un registro unificado de lista de espera, el registro y codificación adecuada de los pacientes en lista de espera y la determinación e identificación mensual de la población diana con nombre y apellidos. 

La mejora de la organización institucional centra la segunda línea estratégica y la tercera se refiere a la actividad con medidas como definir los criterios de indicación y priorización, contar con un instrumento común de gestión, elaborar un catálogo centrado en procedimientos quirúrgicos priorizados, definir los procesos graves que deben contar con protocolos o guías, potenciar la cirugía mayor y menos ambulatoria, protocolizar los procesos preoperatorios y adaptar los consentimientos informados a la normativa.  

En cuanto a la cuarta línea, se busca la optimización y eficiencia en el uso de recursos sanitarios públicos disponibles con medidas como el análisis de las suspensiones quirúrgicas para saber las intervenciones que se suspenden y sus causas, la ampliación de la jornada de actividad quirúrgica efectiva a jornada ordinaria y la optimización del equipamiento y las infraestructuras quirúrgicas.  

Mejorar la gestión de información de las listas de espera es el objetivo de la quinta línea estratégica, mientras que la sexta persigue adecuar la demanda y la optimización de los rendimientos de consultas y pruebas.  

Dentro de las medidas se encuentran la actuación sobre la variabilidad clínica injustificada en consultas y pruebas; establecer un sistema de retribución variable para favorecer la accesibilidad; el establecimiento de criterios de seguridad y eficacia en la asistencia; y el impulso de un nuevo modelo de atención y gestión ambulatoria en consultas, entre otros. 

Las dos últimas líneas recogen la mejora de la gestión clínica y la complementariedad de los centros concertados y la de garantía de información a los ciudadanos sobre las listas de espera.